El virus ingresa en el cuerpo a través de pequeños cortes, grietas u otros puntos débiles en la parte inferior del pie. Las verrugas plantares o papiloma de pie son planas por la presión que se produce al caminar, crecen rápidamente y pueden ser muy dolorosas.
Cualquier persona puede tener verrugas plantares, pero este tipo de verruga afecta con mayor frecuencia a niños y adolescentes o a personas que caminan descalzas en lugares donde es frecuente la exposición al virus que provoca la verruga plantar, como los vestuarios.
Las verrugas plantares se manifiestan con un bulto de piel pequeño, granuloso y rugoso en la planta del pie, generalmente en la base de los dedos del pie, la parte delantera del pie o el talón.
También puede aparecer como piel dura y engrosada (callo) sobre una zona de la piel bien definida, en la que la verruga ha crecido hacia adentro.
Es probable que notes dolor y sensibilidad cuando caminas o estás de pie.
La mayoría de las verrugas plantares son inofensivas y, en general, desaparecen sin tratamiento con el tiempo. Puede ser conveniente que consultes con tu médico para que se te extraigan las verrugas.
Evita el contacto directo con las verrugas, incluyendo tus propias verrugas. Si te tocas una verruga, lávate las manos con cuidado después hacerlo. Es importante mantener los pies limpios y secos y evitar caminar descalzo en piscinas y vestuarios.
Procura no tocarte ni rascarte las verrugas.